Nuestros colegiados merecen respeto
29/01/2016
La circulación de un anónimo con información engañosa y suplantación de identidad ilegítima, nos llama a la reflexión:
El Colegio de Periodistas de Costa Rica, por su naturaleza y estructura, es una institución sujeta a auditoría y control tanto interno como externo por parte de la Contraloría General de la Republica, Procuraduría General de la República, Ministerio de Hacienda, Archivo Nacional y Asamblea General Colper.
La rendición de cuentas periódica no es una opción de la Junta Directiva, sino un imperativo regulado y exigido por nuestro marco regulatorio y Asamblea General.
Recurrir a comunicados anónimos, acciones fantasmas, suplantaciones de identidad, o acusaciones públicas sin evidencia probatoria para denunciar supuestas “verdades no dichas” o mal informar la gestión de Junta Directiva, son prácticas reprochables que consideramos deben ser censuradas y denunciadas públicamente.
Es razonable y aceptable que como colegiados/as mostremos interés en los asuntos del Colper y la sana gestión administrativa y financiera. Para ello, existen canales de comunicación y acceso a Junta Directiva para recibir o escuchar, por la vía formal, cualquier duda, aclaración o detalle de información que se requiera.
Nuestra gestión como directivos es de puertas abiertas.
Censuramos por su ilegalidad, la utilización de correos electrónicos ficticios, nombres e información de directivos, y en el caso particular que nos ocupa, la suplantación de identidad del señor presidente de Junta Directiva, Marlon Mora Jiménez.
Nos cuesta asimilar que una o varias personas, portadoras de carnet del Colegio de Periodistas de Costa Rica, sean capaces de abandonar la ética para desprestigiar el trabajo honrado y desinteresado de quienes dirigimos los destinos de la institución.
El daño que con estas acciones le ocasionan al Colegio de Periodistas es muy grande y deben ser despreciadas por la gran mayoría de profesionales honorables que forman parte de nuestro colegio. Tales aseveraciones sin fundamento, y hechas con cobardía desde el anonimato, son un insulto a la inteligencia de nuestros colegiados/as y un atropello a su dignidad.
Instamos a las personas responsables de estas espurias acciones a rectificar su actitud y cumplir con el juramento de observar y defender el Código de Ética, los reglamentos del Colper y los deberes de su profesión.